jueves, 31 de mayo de 2007

Tinkinxic

El domingo comimos en
La Tarraya
de Playa del Carmen. Está en la calle 2, juntito al mar.
No es un restaurante lujoso
, pero…

¿Para qué quieres lujos si estás en el Caribe?
Fue inaugurado en 1968, cuando Playa del Carmen era todavía un poblado de pescadores.

La decoración mezcla maderas, palapa, carrizos y vigas en el techo, caracolitos pintados de colores en el suelo, un pirata sonriente de papel maché, un maniquí colgando del techo (una chica con bikini, aletas y snorkel) y unos peces que también cuelgan simulando nadar… Fuera, hay mesas bajo techo, y también en la arena con sombrillas, o bajo palmeras.
Un ambiente cálido, informal y relajado donde puedes comer descalzo y sentir escurrirse la arena entre tus dedos.

El escenario: el mar… ¡donde la vida es más sabrosa!

Te traen, de entrada, una canasta con totopos y salsa.

Éramos tres, pedimos:
1 aguacate
1 orden de papas a la francesa
Salsa pico de gallo
Tortillas
1 filete de pescado a la tinkinxic (para mí)
2 filetes de pescado al cilantro (mis acompañantes)

3 cervezas, 2 refrescos y una botellita de agua.

No pedimos postre porque solamente tenían flan.
Decidimos ir a otro sitio al café y al postre.

La atención eficaz, rápida. Limpiaron la mesa en sus momentos requeridos. Meseros atentos, que saben su oficio.

Se nubló, parecía que iba a caer un aguacero, estábamos fuera y de inmediato el camarero nos trasladó dentro. Desde allí, por los ventanales se veían las nubes negras y entraba el viento fresco de una tormenta que pasó de largo…

De los pescados al cilantro, mis acompañantes: satisfechos, “Muy buenos”, dijeron.

Mi tinkinxic… ¡delicioso! De los mejores que he comido. La carne del pescado (Mero) era de consistencia suave, tenía un saborcito con un toque a limón. Aromatizado un poco con el jugo de la naranja y muy levemente de orégano.

Le agregué salsa habanera (muy picante) al arroz que lo acompañaba.

Si vienen a Playa… buen sitio para ir.

369 pesos
34 dólares, aprox.
¡Bien pagados!

La comida típica yucateca está hecha de una mezcla de sabores mexicanos y europeos. La Península de Yucatán estuvo considerada, durante mucho tiempo, tierra de difícil acceso por el resto del país. Sin embargo, sus puertos marítimos la abrieron a tratos culturales y comerciales con Europa, Nueva Orleáns y Cuba… de ahí su riqueza gastronómica.

El pescado a la tikinxic es un plato típico de la región.
Aquí les dejo la receta para dos personas…

Ingredientes:
Filetes de pescado.
Recado (o pasta de achiote).
Jugo de naranja ¼ de taza y el jugo de ½ limón.
2 chiles güeros xcatic cortados a lo largo.
1 pimiento cortado en rodajas.
2 tomates cortados en rodajas.
1 cebolla morada en rodajas.
1 cerveza.
5 cucharadas de aceite de oliva.
Sal y pimienta al gusto.
Orégano.
2 hojas de plátano grandes asadas previamente.

Preparación:
Ponemos sal y pimienta en los filetes de pescado.
Disolvemos el recado o achiote en el jugo de naranja que previamente habíamos mezclado con el limón, y lo untamos a los filetes, dejándolos en remojo por tres horas.
Después, los colocamos sobre las hojas de plátano, acomodando encima el chile en tiras, el pimiento, el tomate, la cebolla… los bañamos con la cerveza y el aceite de oliva. Añadimos sal, pimienta y orégano. Los envolvemos en las hojas de plátano poniéndolos en un recipiente.
Se pueden hacer al carbón o en el horno a 175°C durante 45 minutos. Los bañamos tres o cuatro veces con sus jugos.
Estarán listos cuando la carne esté suave y se desmenuce fácilmente.

Los servimos en los platos con una base de hojas de plátano fresca.
Este platillo se puede acompañar con arroz y, por supuesto, con salsa habanera.

Saaaaaalsaa:
Aso el chile habanero
en el comal, después lo pongo en un recipiente y lo machaco. Le agrego jugo de limón y una pizca de sal.


¡Buen provecho!

viernes, 25 de mayo de 2007

Dos en uno

Cancún. Comida.

Ayer jueves comimos en un restaurante "doble" que se llama El asador mexicano y/o La Playa. Está en la calle Acanceh y es un sitio que abrieron hace dos meses más o menos.

El restaurante me gustó: nuevo, espacioso, con colores tenues y decoración mexicana ligera. Te recibe el coche un valet, no hay problemas de estacionamiento.

Las mesas y las sillas son cómodas. Hay en el patio espacio también para comer. Y tienen una palapa con juegos para niños.
Decidimos comer dentro. El aire acondicionado: esencial para mi compañero.

Cuando llegamos, a las dos de la tarde, fuimos los primeros en instalarnos. La atención de los camareros la teníamos con nosotros, un poco agobiantes. Desfilaron tres meseros en cuanto nos acomodamos. Vinieron a preguntar lo mismo los tres y a cada uno le explicamos: "Gracias, señor, ya nos están atendiendo".
La música se escuchaba estridente. Sugerimos bajar el volumen. No podíamos platicar y escucharnos. Bajaron el sonido...

Nos habían recomendado el lugar y teníamos grandes expectativas.
"Tienen dos cartas, la de carne y la de productos del mar…", nos dijeron.

Leí las cartas salivando... Quería comerlo todo.
Finalmente, me decidí por un Caldo tlalpeño y unos Tacos de arrachera.
Mi compañero pidió una Sopa de tortilla y un Lomo de pescado a la Navarra.

La sopa estaba muy salada. El arroz de mi caldo todavía venía con apariencia y sabor de estar ¡congelado! y hecho pelotitas.
Los tacos de arrachera, con residuos de otros alimentos que no venían al caso y que se le habían añadido al poner la carne en la plancha.
Las tortillas se rompían al doblarlas para hacer los tacos.
El pescado de mi compañero no tenía ese sabor exquisito que él esperaba, que conoce…

Se llevaron los platos. La mesa quedó con migajas, huellas de humedad de los vasos y restos de comida esparcida por ahí. Luego no sabes dónde poner los brazos.
Nadie la limpió.

Pedimos un postre: pastel de zanahoria. Parecía comprado en Sam's, definitivamente que no era hecho en casa. Demasiado dulce. Empalagoso. Tanto, que mi compañero me dijo:

"Si me da una crisis hepática, no te preocupes..." (No le pasó nada).

Bebimos:
Yo, una limonada y una botellita con agua.
Él, dos tequilas Herradura reposado, una cerveza y un Strega.

Precio: 680 pesos.
Muy mal gastados.