Hoy
me hice para desayunar: huevos revueltos con chorizo. Los acompañé con tortillas
de maíz, calentadas directamente del fuego, por eso tienen las orillas tostadas
(alguien podría decir quemadas). Agregué a mi plato, queso fresco y aceitunas verdes molidas. Una naranja, un vaso con agua y acabé bebiendo té de manzanilla. ¡Vaya combinaciones!, dirán
ustedes... Pues si vieran que lo disfruté mucho.
Claro
está que lo importante de la comida son los ingredientes, la frescura, la
calidad. Pero lo más importante de este delicioso desayuno (y de toda la
comida) es que esté hecha con AMOR.
Cuando
cocinas con amor todo todo tendrá un sabor especial. A los ingredientes los
tratas delicadamente, les hablas, les dices quién se los va a comer, y les
juro, parece que entendieran. Querido
chorizo, ahora te pondré en el fuego, luego que estés bien doradito, incluiré
los huevos, ya verás cómo harán un equipo que se integrará y producirán un “Huevito
con chorizo delicioso”… Entonces los mezclo con una pala de madera, los
junto y los revuelvo y los vuelvo a juntar y a revolver hasta que son uno.
Chorizo: Existe una variedad muy grande de chorizos, pero en este caso, me refiero al chorizo norteño de mi país México. Por
lo general están elaborados con las entrañas del cerdo, los hay de res, de pollo
y de pavo….